Se estima que en España hay censados más de 13 millones de animales de compañía. Muchas de estas mascotas viajan durante las vacaciones con toda la familia; y es que son uno más. Ahora bien, a la hora de viajar con mascotas, además de puntos clave que todos tenemos claros, como el de asegurar el coche, también hay que saber que existe una normativa para perros, gatos y otras mascotas que se tiene que cumplir cuando viajamos en estos vehículos. Una normativa que está dentro del Reglamento General de Circulación y cuyo incumplimiento podría exponernos a una multa de entre 80 y 500 euros.
Normas en el Reglamento General de Circulación
En el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación se establece que el conductor de un vehículo estará obligado a mantener siempre su propia libertad de movimiento, así como el campo de visión necesario y la atención permanente. Para ello, debe prestar atención en la colocación de objetos o animales para que no puedan interferir.
En esta misma normativa, en el artículo número 3, observamos como infracción grave conducir de forma temeraria o negligente, algo que podría ser considerado así por un agente de tráfico si viajamos con un animal en el regazo o suelto. Esto puede terminar con una multa de 80 euros (si el animal está mal atado) hasta 500 euros, además de constituir un peligro para todos.
Cómo llevar a nuestro perro y otros animales en el coche
La Dirección General de Tráfico establece que dentro de un vehículo se debe colocar siempre un separador que evite que la mascota pueda estar libre. Este separador puede ser perfectamente un trasportín, en el caso de los gatos, perros pequeños u otros animales de menor tamaño. Es la mejor forma de que nuestra mascota no moleste mientras conducimos, algo que podría ser peligroso para nosotros y para ellos; y es que según datos de la DGT, más de la mitad de conductores pasa por situaciones de riesgo por no llevar a sus animales bien sujetos dentro del vehículo.
En el caso de los perros, también es posible usar un arnés con cinturón. Este arnés se fija al cinturón de seguridad del propio vehículo. No obstante, se recomienda que sea de dos enganches para que se evite por completo su rotura en caso de frenazo brusco o colisión.
En el caso de que tengamos un perro muy grande o varios perros, siempre está la opción del maletero. Ahora bien, no debe haber una separación física entre el maletero y el resto de ocupantes y debemos completar el espacio con una rejilla divisoria.
Recordemos, además, que jamás se debe dejar solo a un animal dentro de un coche. Esto es debido a que tan sólo con unos segundos nuestro animal puede sufrir un golpe de calor que podría terminar con su vida. Asimismo, durante todo el viaje, el dueño debe plantear y organizar varias paradas para poder darle agua fresca y que el animal pueda pasear brevemente.