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Destino preferido por viajeros de todo el mundo, las islas hawaianas son un verdadero paraíso terrenal, donde todo el mundo espera pisar algún día.
El archipiélago fue descubierto por James Cook en 1778 y comprende 8 islas principales, además de varios islotes y atolones deshabitados de origen volcánico.
Las islas están bajo control estadounidense desde 1959, han adoptado el dólar estadounidense como moneda nacional y el idioma principal es el inglés. A pesar de ello, cada isla ha mantenido vivas sus propias tradiciones, por lo que merece la pena visitarlas.
Las islas más bellas de Hawai: Oahu
Entre las islas más bellas de Hawaii no se puede dejar de mencionar Oahu, donde se encuentra la capital del archipiélago, Honolulu.
La ciudad se ha hecho famosa a lo largo de los años gracias a las películas y series de televisión, y si quiere sentirse importante por un día, Honolulu es el lugar adecuado para hacer una parada entre las hermosas playas de Waikiki, los rascacielos y las típicas tiendas en las que podrá comprar un recuerdo de la ciudad.
Pero Oahu es mucho más que eso: fuera de la capital, la naturaleza cobra protagonismo con las hermosas playas de Waiamea Bay, Sunset Beach y la infame North Shore, donde se pueden surfear las olas más altas del mundo.
Las islas más bellas de Hawai: la Isla Grande
La Isla Grande debe su nombre a su tamaño: esta isla es la más grande del archipiélago hawaiano y quienes se detienen aquí se sienten atraídos sobre todo por la naturaleza salvaje que la domina.
La isla está dividida en siete regiones, cada una con su propio microclima: desde la exuberante vegetación de la selva hasta las plantaciones de café de Kona y las legendarias playas negras de Kao.
Las islas más bellas de Hawai: Maui
La tercera isla más bella del archipiélago es Maui: la isla tiene la peculiaridad de estar formada por dos grandes volcanes emergidos y es la segunda más grande.
Para los surfistas la isla de Maui es sin duda el destino ideal con sus playas y olas para montar, pero no sólo porque la isla de la que hablamos es también perfecta para los amantes de la vida mundana y agitada con sus centros turísticos y para los que aprecian más la paz y la tranquilidad con su naturaleza salvaje.
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