El Albaicín de Granada: qué ver y cómo visitarlo

Bajo la sombra protectora de la Alhambra se encuentra uno de los barrios con más encanto, conozca el Albaicín de Granada y qué ver.

Bajo la sombra protectora de la Alhambra se encuentra uno de los barrios con más encanto de Granada, donde se puede descubrir lo mejor de la arquitectura árabe en España. Conozca el Albaicín de Granada y qué ver.

El Albaicín, también conocido como Albayzín, conserva intacto su carácter árabe, al igual que las estrechas y tortuosas calles y las casas tradicionales, que siguen siendo como en la Edad Media de Al Andalus, cuando Granada era la próspera capital de un reino árabe.

El Albaicín de Granada: qué ver y cómo visitarlo

El barrio del Albaicín forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, junto con la Alhambra, se extiende sobre una colina frente a la Alhambra y está completamente cubierta de casas blancas y estrechas calles de aspecto morisco. Esta intrincada red de calles y callejones se extiende densamente desde lo alto de San Nicolás y a través de la calle Elvira hasta el curso del río Darro.

Mientras camina por el Albaicín siga las indicaciones para el Carmen, las casas tradicionales del barrio, se trata de casas blancas rodeadas por un muro que las separa de la calle y que suele proteger un huerto o un jardín de tamaño variable. Los antiguos pozos que se utilizaban para regar se siguen existiendo, aunque ya no se utilizan debido al deterioro de las tuberías que llegaban a los edificios desde los aljibes, caminando por el barrio es fácil distinguir los huecos en la calle.

Antes de la llegada de los árabes, es probable que el Albaicín ya estuviera habitado por los íberos, aunque se sabe poco de esta época, hacia el año mil se construyeron las gruesas murallas que rodean el barrio y lo que hoy es el Sacromonte. Durante el apogeo de Granada y del Reino Nazarí, albergaba a más de 60.000 personas.

Con la conquista de los Reyes Católicos, la parte llana de la ciudad morisca fue arrasada casi por completo y reconstruida con el tiempo en el nuevo estilo. El barrio del Albaicín, en cambio, sobre todo gracias a su morfología de colinas, permaneció intacto y aún conserva los monumentos y la huella de la Edad Media árabe.

El Albaicín merece ser visitado rincón a rincón, perdiéndose en sus estrechas calles y fotografiando cada atisbo. Desde los distintos miradores se puede disfrutar de las mejores vistas de la Alhambra y de las cumbres sacenográficas de Sierra Nevada.

Empieza por la calle Elvira, una zona que hay que visitar por la noche para perderse entre bares, música y tapas. A continuación, tome la calle Caldería Nueva. En esta calle y en las vecinas se encuentran las numerosas teterías de Granada donde se puede disfrutar de un té y fumar narguiles.

La plaza de San Gregorio suele ser el escenario de los conciertos de los numerosos artistas callejeros que animan Granada. No te pierdas la Placeta de San Miguel Bajo, uno de los rincones más bellos del barrio, y el Mirador de la Lona, el único del Albaicín desde el que se puede admirar Granada desde lo alto. Los demás miradores están todos orientados hacia la Alhambra, como el Mirador San Nicolás de Granada, que es uno de los más espectaculares y otro lugar donde actúan los artistas callejeros.

Otros miradores que no hay que perderse son el Mirador de Los Carvajales, el Mirador Ojo de Granada y el Mirador de San Cristóbal, uno de los puntos más altos de este lugar. A continuación, enumeramos las visitas imprescindibles en un recorrido por el Albaicín granadino.

Palacio de Dar al-Horra

En el Callejón de las Monjas está el Palacio de Dar al-Horra (abierto de 10:00 a 20:00 en verano y hasta las 18:00 el resto del año), construido sobre los restos de un antiguo palacio zirí, conserva sus rasgos árabes. Hay delicados estucos, tallas árabes y hermosas ventanas, merece la pena visitar el patio del palacio. Existe un billete acumulativo llamado Dobla de Oro General que incluye el Palacio de Dar al-Horra, el Corral del Carbón, el Bañuelo, la Casa Horno de Oro, la Casa del Chapiz, la Casa de Zafra y la visita diurna a la Alhambra (Palacios Nazaríes, Generalife y Alcazaba) y es ideal para quienes no quieren perderse lo mejor de los patios, jardines y arquitectura morisca de Granada.

Carrera del Darro

La Carrera del Darro es una de las calles más antiguas del Albaicín. Discurre a lo largo del río Darro y ofrece un entorno intemporal con pequeños puentes y casas árabes tradicionales, así como restaurantes y bares, aquí encontrará el Museo Arqueológico y, si giras a la derecha junto al río, te encontrarás con los restos del Puente de Cadí y el imperdible Bañuelo.

Taberna 22

Taberna 22 es una de las direcciones que hay que marcar en la agenda para disfrutar de las mejores tapas de Granada, con unas vistas inspiradoras de la Alhambra (Calle de la Calderería Nueva 22).

Banuelo

En el número 31 de la Carrera del Darro se encuentran los antiguos baños árabes de Granada, que en el siglo XI formaban parte de una mezquita que ya no existe. Las aberturas octogonales de las bellas bóvedas permitían la ventilación natural en uno de los baños árabes más antiguos de la península.

Plaza Larga

La Plaza Larga, hoy como en la Edad Media, alberga el mercado matutino de Granada, los sábados por la mañana es el turno del mercado de las flores, que hace que la ya característica plaza sea aún más bonita y colorida. No muy lejos se encuentra el Arco das Pesas, llamado así porque en él se colgaban las pesas falsas de los mercaderes demasiado astutos de la Granada medieval.

Paseo de los Tristes

El Paseo de los Tristes en realidad tiene muy poco de triste, por el contrario, es uno de los lugares más animados de todo el Albaicín, tanto de noche como de día. Aquí se celebran festivales y conciertos, mientras que en el pasado era el lugar por donde, paralelamente a la Carrera del Darro, pasaban carrozas y cortejos fúnebres, de ahí su nombre.

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