Castillo de Drácula, historia y dónde se encuentra

El castillo de Drácula, dónde se encuentra

El Castillo de Bran , también conocido como Castillo de Drácula , se encuentra en la ciudad de Bran en Rumania . Se encuentra en la antigua frontera que divide Transilvania de Valaquia, a unos 30 km de la ciudad de Brasov. Fue erigido en una colina rocosa con vistas a un valle estrecho y gracias a su misterioso encanto se convirtió en el escenario ideal para la novela Drácula de Bram Stoker.

Está rodeado por las altas cumbres de las montañas Bucegi y Pietra Craiului. La dirección exacta es la siguiente: General Traian Mosoiu Road 24, Bran, Rumania.

Historia del Castillo

En 1200, los Caballeros Teutónicos construyeron un fuerte de madera que fue destruido por los mongoles, en el sitio que ahora alberga el Castillo. En 1377, Ludovic de Anjou (Ludovico D’Anjou) otorgó a los habitantes de la ciudad de Brasov el derecho a construir una estructura defensiva para controlar la vía comercial que cruzaba la frontera. El pueblo de Bran se construyó junto con el Castillo. A partir de 1378, gracias a su posición estratégica, el Castillo de Bran fue utilizado por el Reino de Hungría como fuerte contra la invasión del ejército otomano.

La arquitectura, principalmente gótica, fue modificada varias veces a lo largo de los siglos. Se divide en cuatro plantas y se presenta como un laberinto de habitaciones, pasillos, escaleras y pasadizos secretos. Se dice que el fuerte fue ocupado por el príncipe Mircea Cel Bătrân (Mircea el Viejo) y su sobrino Vlad III de Valaquia, conocido como Vlad Ţepeş (el empalador). Pero no hay evidencia segura de que el castillo de Bran fuera en realidad una de sus residencias.

En 1920, el Castillo pasó a ser propiedad de los gobernantes del Reino de Rumanía y fue habitado por la Reina María de Sajonia-Coburgo-Gotha y su hija. quienes realizaron importantes restauraciones. Después de que el rey abdicó y la familia real fue enviada al exilio, el castillo permaneció deshabitado y más tarde se abrió al público como museo de arte medieval.

El Conde Drácula

El Castillo de Bran está asociado con la figura del Conde Vlad III de Valaquia, conocido como Vlad el Empalador o Conde Drácula.
Según fuentes inciertas, nació en Transilvania en 1431. Descendiente de la familia Drăculeşti, el nombre Drácula significa «hijo de Dracul» (patronímico).

El término Dracul, por otro lado, significa » perteneciente a la Orden del Dragón «. El símbolo de la Orden era un dragón, que simbolizaba la victoria de Dios sobre el mal. Esta figura amenazante, sin embargo, fue confundida con algo diabólico, alimentando las leyendas sobre Vlad.

El nombre «empalador» deriva de su macabra costumbre de empalar enemigos . El empalamiento es un método de tortura muy antiguo y fue llevado a Europa por los turcos. Muchos príncipes rumanos ya lo usaban como pena de muerte, además de la horca y la decapitación.

En Rumania, el Conde Vlad fue considerado un héroe y protector del pueblo de la amenaza de los turcos, pero la creencia de que era un hombre cruel y despiadado se extendió por el resto de Europa.

El fuerte nunca le perteneció y no hay pruebas certeras de que el Conde realmente lo habitara. Sin embargo, se cree que lo utilizó para resguardar esas tierras gracias a su posición estratégica. Desde el Castillo, de hecho, se puede disfrutar de una vista privilegiada del valle circundante.
El verdadero hogar del conde Vlad era el castillo de Poenari, en el municipio de Arefu, en Rumanía, del que solo quedan las ruinas.
Debido a su reputación y al misterio que rodea al Castillo, el Conde inspiró la figura del vampiro Drácula en la novela homónima de Bram Stoker, publicada en 1897.

Los vampiros ya estaban presentes en muchas leyendas de Europa del Este, especialmente en Rumanía, donde se les conocía como “Stregoi”.
Vlad III de Valaquia murió en 1476, pero el lugar de su entierro sigue siendo un misterio hoy.